viernes, 11 de julio de 2008

La UE Pacta Aceptar Solo Inmigrantes 'A La Carta'

El acuerdo fija obligaciones al extranjero y excluye regularizaciones generales
ELISEO OLIVERAS CANNES / ENVIADO ESPECIAL


Los ministros del Interior de la Unión Europea (UE) respaldaron ayer de forma generalizada en Cannes un gran pacto europeo sobre inmigración y asilo, que promueve el movimiento migratorio laboral a la carta y refuerza la expulsión de irregulares. La propuesta de la presidencia francesa de la UE, que detalla las obligaciones que deben respetar los inmigrantes y veta las regularizaciones generales de sin papeles, fue respaldada por España, tras haber obtenido una serie de cambios cosméticos.


Los Veintisiete acabarán de pulir el texto final en los próximos meses para que el documento sea suscrito por los líderes de la UE durante la cumbre del 15 de octubre. "Nada será como antes", afirmó el ministro francés de Inmigración, Brice Hortefeux, para destacar que a partir de ahora la UE actuará de forma coordinada en una cuestión tan esencial como la inmigración. El pacto establece el compromiso de organizar la inmigración legal según las necesidades y capacidades de acogida de cada país; perseguir la inmigración irregular y asegurar la expulsión de los sin papeles, reforzar el control de las fronteras y establecer una política común de asilo.

NECESIDADES LABORALES
Los Veintisiete, según el documento, elaborarán una política de inmigración profesional en función de sus necesidades laborales, que dará preferencia a los trabajadores comunitarios, potenciará la captación de personas altamente cualificadas y favorecerá que la inmigración extracomunitaria sea temporal. El texto reafirma las competencias nacionales exclusivas de cada estado sobre las condiciones y el número de inmigrantes que admiten en su territorio.

El término "contrato de integración" ha sido sustituido por el concepto "integración armoniosa", pero el pacto detalla las obligaciones de ese proceso. Los Veintisiete se comprometen a poner en marcha "medidas específicas" para asegurar que los inmigrantes aprenden la lengua del país y cumplen sus leyes.

VALORES EUROPEOS
Esas medidas "pondrán el acento sobre el respeto a las identidades de los estados y de la UE, además de sus valores fundamentales, entre ellos los derechos humanos, la libertad de expresión, la tolerancia, la igualdad entre hombres y mujeres y la obligación de escolarizar a sus hijos", precisa el documento.

La agrupación familiar de inmigrantes se restringirá conforme a la "capacidad de acogida" de los estados y la "capacidad de integración" de los afectados, en función de sus recursos, de sus condiciones de alojamiento y de "su conocimiento de la lengua del país".

Los Veintisiete, según el texto, se comprometen a no realizar en el futuro regularizaciones generales de sin papeles, como hizo España, y a limitarse solo a "regularizaciones caso por caso" por motivos humanitarios o económicos. El pacto establece que la política migratoria de cada estado "tendrá en cuenta el impacto que pueda tener en los demás países de la UE". Asimismo, subraya que "es imperativo que cada Estado tenga en cuenta los intereses de sus socios europeos en la definición y aplicación de sus políticas de inmigración, integración y asilo".

Los Veintisiete se comprometen asimismo a expulsar de la UE a todos los inmigrantes irregulares que se encuentren en su territorio, a cooperar entre ellos para facilitar esa expulsión, a combatir con la máxima firmeza a quienes explotan a los sin papeles, a establecer los visados biométricos y un control electrónico de entradas y salidas de visitantes en la UE en el 2012, y a fomentar acuerdos de readmisión con los países de origen.

ASILO
El pacto incluye el establecimiento de un procedimiento único de asilo en el 2012 y la creación de una oficina europea para ayudar a los Veintisiete en la gestión de las demandas de asilo.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, calificó el pacto de "paso importantísimo" hacia una política común de inmigración y aseguró que se sentía "cómodo" con el texto. El ministro indicó que aún es demasiado pronto para precisar cómo el Gobierno piensa lograr que los inmigrantes aprendan la lengua y cómo se aplicará esto en las autonomías con lengua propia.

España se dio por satisfecha con que no se mencionara el término "contrato de integración" de inmigrantes, porque había sido una idea del líder del PP, Mariano Rajoy. España también forzó suavizar el texto contra las regularizaciones para evitar que se interpretara como una desautorización de la del 2005, muy criticada en la UE. Rubalcaba incluso impuso que el rechazo de las regularizaciones generales se colocara tras la frase en la que se restringían a caso por caso y lo justificó por el acoso que sufría el Gobierno desde la oposición, según fuentes francesas.

via - elPeriódico.com

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